miércoles, 17 de agosto de 2011

Ya ha pasado un año y medio...

Cuando te estábamos esperando, comencé a escribirte un libro, en el que día a día iba registrando lo que nos pasaba. Lo que era nuestra vida. Y lo que se nos vendría por delante cuando al fin nacieras. Sabíamos que no sería fácil, sólo teníamos claro, clarísimo, que te recibiríamos con todo nuestro amor y que de la mano, comenzaríamos una nueva vida. Porque no sólo sería tu nacimiento, sino que nosotros, tus papás, tus abuelos, tíos, primos, amigos, comenzaríamos una nueva vida, la de la rehabilitación.


El libro rojo, hecho por la Anita Cristina, tu tía, nos acompañó durante meses, y está escrito, rayado, pintado, y plagado de recuerdos, fotos, papelitos...

Cuando naciste dejé de ser constante y mis letras se transformaron en besos y abrazos...en lecturas y aprendizajes, en masajes y ejercicios...y desde ahí, ya ha pasado un año y medio...18 meses juntos, que han sido los mejores de mi vida, los que quiero dejar plasmados para que cuando seas grande puedas revivir, recordar, y juntos, los tres (hasta el momento), podamos releer cada vez que sintamos que las fuerzas se nos van, que el camino por recorrer se nos hace pesado, largo, pedregoso. Y también, cuando queramos reír rememorando tus gracias y maldades, que hoy en día pasan por jugar a la escondida, bailar al son del jazz, hacer llamados inoportunos a través de mi teléfono, gritar de emoción al ver la bandeja de tus comidas ( o las de cualquiera)... ¡Gordito lindo, cómo nos haces feliz!




1 comentario: