viernes, 2 de diciembre de 2011

Somos de la Teletón!

Como ya te he contado, siempre he sido fan de la Teletón, del programa de tv. Pero ahora que estamos dentro de ella, con altos y bajos, hemos aprendido que no estamos solos, que no somos diferentes a otras familias que por diversos motivos tienen algún integrante con discapacidad. Cuando supe que  venías con el mielo, me di cuenta que nuestra vida no sería nunca como la de nuestros amigos, que tienen hijos sanos, que crecen y se desarrollan sin problemas, que caminan, van al colegio....que viajan, que si tienen sueño duermen donde estén, que son independientes....la nuestra sería diferente, pero no por eso, menos feliz.

Cuando llegamos a Teletón supe que somos muchos los papás "diferentes", y aprendí que todos no sólo aceptaban su condición, sino que además, la sobrellevaban con normalidad, con dificultades obvias, pero sin el peso de la discriminación y las miradas de reojo, que a mi me pesaban tanto.
No, porque contaban con una gran familia que los contenía, apoyaba, educaba, sanaba y los llenaba de fuerza y esperanza.

Con el tiempo, además he conocido y re-conocido a muchas otras familias que, al igual que la nuestra, tienen la suerte de contar dentro de sus filas con un niño con discapacidad, y con esas mamás compartimos vivencias, datos, tips, doctores, remedios y logros de nuestros niños. Esos logros pequeños para el resto, pero enormes acontecimientos para nosotras. Una de ellas hoy celebraba porque su pequeña hija se habia sentado por primera vez. Yo, porque tú aprendiste a jugar con autitos y poco a poco, a compartir con tus vecinitos. Te saqué fotos, le conté a tus abuelos, chocha!

Ahora veo a esas mamás que cuentan sus experiencias en la tv y me emocionan profundamente, pero por sobretodo, me hacen creer que se puede. Muchas veces he querido tirar la esponja, me he cansado, he llorado de rabia, de pena. Pero se que sin nuestro trabajo y perseverancia, sumados a tu fuerza y ganas, Gaspar, y sin el apoyo de tus kines, fisitras y de Teletón, esto sería muy difícil. Pero nunca imposible, porque ya, a tus 22 meses, has dado muestras de tu valor y empuje. Tengo una amiga muy muy sabia y con la que te he pelado, Gordo, porque a veces me hacen rabiar, y ella siempre me dice "nuestro Gasparcito es fuerte, y tiene su ritmo. Todos los niños siguen sus tiempos, no lo apures...".

Te doy tu tiempo y todo el mío, cada segundo, y te voy a acompañar siempre, en cada sonrisa, caída, juego, enojo, siempre voy a estar aquí y si lo hacemos juntos, te seguiré acompañando, de la mano, en tus primeros pasos...